domingo, 10 de agosto de 2014

Incendio en el Pinar

Esta vez no cuelgo ninguna foto en blanco y negro, porque no casi no hace falta, ya que el fuego deja el campo sin color, tan sólo el de la tierra desnuda, sin vegetación quemada.
Otro empujón que da la vida, el incendio de este verano en Guadalajara, casi arrasa con todo el pinar que estaba resinando desde el pasado año, que comenzé con esta actividad para buscarme la vida. Cuando ya la llamas devoraban pinos, potes y el sudor que allí me dejé, un golpe de suerte (jj, suerte...), cambió la dirección del viento, y el fuego abandonó el pinar para seguir su rápida carrera (llegó a devorar unas 3000 hectáreas) hacia el noreste.
Y digo suerte, porque al final tán sólo perdí 300 pinos, un 10%. Ufff!  Estuvo cerca.
Aguantaremos los empujones de la vida, de la naturaleza, y de quien venga; como esas pequeñas gotas de resina, que se resistieron a arder, aún cuando el pino estaba en llamas.